jueves, 26 de diciembre de 2013

Un filo que se hunde en la inmensidad.

El otro día estuve de viaje en Benidorm y volví a ver a mi amigo. No lo pasé muy bien, pero eso en parte me ha alegrado, porque ahora veo con total clarividencia que no lo quiero en mi vida cotidiana, ni siquiera sé si me va a apetecer volverme a ver.

Si de todas las cosas que no soporto tuviese que coger una, esa sería la de que me induzcan a mentir a mis padres. Sí, así es, de atrevió. Y por ese motivo toda mi curiosidad por él desapareció en aquella debilidad terrenal y corporal, en aquel placer.

Que me haya tenido que cansar tanto en los últimos dos años me ha servido para no tener que aguantar tanto las tonterías y para darme cuenta de cuando una persona no es conveniente. Puede que hable el rencor, o puede que me haya vuelto más egoísta, pero sin duda lo segundo me hacía falta, porque ser bueno no es malo, pero ser tonto sí, y por ello me ha tocado sufrir tantas cosas en silencio. No quiero tener que callarme algo por cortesía si se me clava como un filo que se hunde en la inmensidad.
Además he descubierto que no soy tan fuerte como creía, soy débil, muy débil, tanto que muchas veces me defraudo a mí mismo.

Por otro lado creo que estoy bastante descansado. No voy a negar que sigo con cabos sin atar en mi vida, porque los sigo teniendo y me duelen, pero por lo menos ese ápice "egoísmo" me ayuda a sobrellevarlos un poco.

En conclusión, no llevo la angustia esa que me producía taquicardias y creo que voy aprendiendo a tomarme la vida con más calma. Espero que esta tranquilidad no me haga apático.

lunes, 2 de septiembre de 2013

A veces no diferenciamos entre confusión y frustración.

Cualquiera que leyese esto creerá que soy la persona más deprimente que existe. La verdad es que sólo vengo aquí para contar lo malo que no puedo compartir con otros, y bueno, realmente cargar con mis problemas a otro no debería ser correcto para nadie.

Estamos al final del verano, y han pasado cosas realmente importantes. Cuando me fui de vacaciones conocí a un amigo, que bueno, en fin, se veía por dónde iban los tiros. El caso es que el hecho de vivir lejos me hace dañó, como otras tantas cosas. Me encantaría poder verle más a menudo y poder estar más seguro de qué sentir sobre él, aunque sé de sobra que me acabaría pegando la hostia del siglo como hice ya el año pasado porque siempre busco lo difícil. Sé que él no quiere nada serio, y realmente yo tampoco porque es imposible.

También sé que él a mí me gusta mucho más de lo que yo le gusto a él. Bueno es egoísta pensar eso, pero a veces así lo siento. Él también es más guapo y con eso sabemos lo que podemos conseguir. En resumidas cuentas él seguramente piense en varias personas mientras que yo solamente pienso en una.

Lo de la distancia puede que sea algo bueno, me va a evitar equivocarme. Pero aún así me gustaría tanto estar más tiempo con él... Aunque también me prometí a mí mismo a cortar de raíz en cuando sospechase que un tío me la está jugando, no volveré a pasar por lo que ya pasé.

Ahora mismo estamos hablando y he caído en la cuenta de que si viviéramos más cerca... no hace falta continuar. Tal vez me equivoque, o tal vez no. En fin estoy soltando cosas sin sentido, estoy confuso. No, realmente no lo estoy, lo que estoy es frustrado. A veces no diferenciamos entre confusión y frustración.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Guardarse los males para ahorrárselos a los demás.

Me acabo de levantar, pero he necesitado casi de inmediato ponerme a escribir.

He soñado que mi yaya se estaba muriendo y me decía que ella creía que no la quería, que no la había llamado suficiente y que pensaba que no sentía lo mismo que ella.

Yo voy a verla cada sábado, pero con los exámenes llevo dos semanas sin ir. Ahora he acabado y podré verla de nuevo. Todo esto me preocupa además porque la veo más decaída y apagada, aunque ella no lo diga, y me da mucho miedo decir o escribir lo que estoy pensando.

 Me he sentido tan mal al despertar que me he puesto a llorar y he tenido que disimular cuando mi padre ha pasado por delante de mí. No se lo puedo contar a nadie porque a mi familia les preocuparía y es lo que no quiero, sé que mi madre también se metería en un bucle. La última vez que se lo comenté le pasó eso. Y a mis amigos si no sale el tema lo veo fuera de lugar, además que no creo que mis cavilaciones en este sentido tengan sentido con ellos.

Ahora me iré a Madrid, que es 1 de mayo, e intentaré olvidarme de lo que he soñado. Pero estoy empezando a sentir lo de guardarse los males para ahorrárselos a los demás.

lunes, 15 de abril de 2013

Necesito cambiar de aires.

Estamos a final de curso casi y me he dado cuenta de que hay cosas que te pueden hacer polvo en segundo de bachillerato a parte del estudio. Parece ser que hay una crisis inmensa de irresponsabilidad y de miseria moral que arrasa las calles, y las aulas.

Estoy cansado de esta gente, en serio, estoy fuera de juego, necesito una renovación de personas en mi vida. Si no es por los que me caen mal es por los que me caen bien pero que con sus problemas de los cuáles no estoy muy seguro de estar de acuerdo me aplastan. Tener que levantarme día y día a verles las caras a mis compañeros que lo que más conocen del mundo es que el del "Oppa gagnam style" es surcoreano.

Personas que son hasta malas, que en cuanto deje el instituto no quiero volver a ver y espero y pido a la vida que no me los pongan en el mismo camino. Gente falsísima que no sabe distinguir entre cortesía de compañero y falsedad. Por ejemplo, no mirar mal y tratar con respeto en el instituto es cortesía de compañero; mirarte mal, tirarte las cosas al suelo cuando estás con la profesora y luego ir y dar un abrazo sonriendo es de falsedad, una repugnante falsedad.

Creo que también estoy perdiendo mi componente humano. Creo que antes me definía como alguien comprensivo pero estoy últimamente tan ocupado de esta gente que florece mi mal humor y mi vanidad. Trato de no ser así, porque sé que no soy así. He tratado de darle a todo el mundo mi compañerismo tanto dentro como fuera de la clase pero no puedo más, a veces pienso que abusan de eso otros.

En conclusión, necesito cambiar de aires, conocer gente nueva aunque sea tan introvertido para hacerlo. Empezar de nuevo con otras personas y librarme del lastre del que llevo cargando este año y que acaba conmigo. Me cabrean tanto, me parecen tan indignantes que el único trato que quiero con muchos es de desconocido.

viernes, 25 de enero de 2013

Estancamiento emocional.

Hoy he llegado al límite de mi paciencia. Ito y yo hemos hablado esta tarde y después de preguntarme por qué puse en el blog la frase de "la poesía no hace a una mentira cierta" (seguro porque creía que iba por él) me dijo que tenía que decirme una cosa que le molestó cuando hablé con él aquel día que le dejé las cosas claras.

Resulta que la ofensa fue porque dije que tengo amistades mejores con otra gente, y que por tenerlas tampoco les daba oportunidades de relación si no me gustaban. Realmente la ofensa fue porque le insinué que él no era mi mejor amigo, pero es que realmente no lo es. Quiero decir, medí mis palabras para no ofenderle y se molestó porque él creía que teníamos una "buena amistad", que yo no dije que no la tuviera, sólo que no era la mejor.

Con esto rompo totalmente la promesa de que no iba a cambiar nada entre nosotros, porque por no hacerlo ahora estoy peor que al principio. Se acabó. Al finalizar la conversación me ha dicho que soy menos maduro de lo que pensaba y que ya me daré cuenta con el tiempo. Y realmente me da muchísima pena, porque soy yo el que piensa que él es un inmaduro, es muy triste.

Sólo añadiré que te crees que tus criterios son universales, y con ellos sólo sabes reflejar una inmadurez propia de un estancamiento emocional.

sábado, 19 de enero de 2013

Camisas de once varas.

Tras recibir la carta de Ito estuve dos días reflexionando cómo darle un "no". Finalmente el día 7 quedé con él y para mi sorpresa se presentó con un regalo. No creáis que eso es bueno, porque no lo es. Aunque él dijese que el regalo no era para que influyese en mi respuesta, si lo aceptaba cada vez que lo mirase me acordaría de ese momento tan incómodo.Obviamente no se lo acepté como regalo y preferí comprárselo ayer. No quería que me hiciera ese regalo porque no estaba encima para aceptar un regalo suyo.

Lo que me dijo fue muy absurdo. En resumidas cuentas, no se explicaba cómo habiéndome enviado una carta no le daba una oportunidad; si a él le hubieran enviado una lo hubiera hecho. También me dijo que las relaciones nunca son cuentos de disney y que da igual si uno de la pareja no quiere a otro, que nunca se empieza queriendo de verdad y que el cuando empezó con el señor inmaduro no le quería, que salió con él porque fue majo esa noche. Alucinado me quedé. Y con todo esto me di cuenta de que no quiero tener nada con él nunca; es lo que yo llamaría alguien impropio para mí.

Por otro lado parece que el inicio de este año ha empezado con camisas de once varas. Estamos a sábado y mi madre no me habla desde el lunes. Todo fue por una pelea que tuvimos mientras me duchaba en la que me decía que no iba a privarse de entrar al baño mientras yo me duchaba solo porque yo quisiera mi intimidad. No me lo dijo así, son conclusiones. El caso es que entonces yo la dije que podría denunciarla por violación de este derecho, que puede ser un delito. Se lió a insultarme y a gritarme.

Días antes de esto, le leí mi texto para el concurso literario del instituto donde exponía mi lado más existencialista y pesimista. Exagerado, pero me sentía triste porque en esta casa le da igual a la gente que yo tenga sentimientos. Me dijo que le parecía egoísta que me sintiera triste.

A esto le añadimos una de las cosas que desencadeno mi ligera depresión. Mi padre gritando a la TV y yo diciéndole que por más que grite no le van a escuchar. Su respuesta fue que yo digo las cosas sin gritar y que tampoco nadie me escucha...

Y sinceramente me empiezo a encontrar mal así que me despido. Suerte a todxs.

viernes, 4 de enero de 2013

La poesía no hace a una mentira cierta.

Estoy metido en un pequeño gran lío como dirían los ingleses.

Ayer cuando llegué de la papelería abrí el buzón más como un hábito que por la esperanza de encontrar algo útil, pero de repente vi un sobre grueso y con mi nombre escrito a mano. El remitente era Ito, ya sabéis, al que le cambiamos el nombre entradas atrás. Resulta que en cuanto lo encontré sabía que el secreto que tenía mi hermana desde hacía unos días es que él me iba a mandar la carta.

No es muy difícil adivinar qué había en ella. De nuevo otra declaración de amor en poesía llena de halagos que en resumidas cuentas me hablaba de que era una tontería que se intentase olvidar de mí, que él tenía todo lo que yo buscaba y que debíamos estar juntos porque él estaba convencido de que yo también le quería a él, de algún modo, pero que le quería.

De pocas cosas estoy seguro últimamente, pero una de ellas es que yo a él no le quiero como está planteando y lo que me mosquea es que tiene toda la seguridad, y hasta me lo exclama, que yo le quiero a él, que seremos muy felices juntos y que sólo tenemos que darnos tiempo para que todo florezca, que ya tenemos comportamiento de pareja y que espera que le diga que lo intentemos, porque en realidad yo sólo le digo que no porque tengo miedo a que me haga lo mismo que el señor inmaduro.

A todos esto se le añade que a mi hermana le ha dicho que le estoy mandando indirectas. No dejé de hablarle como harían otros para que no se sintiese mal, pero veo que eso sólo le ha confundido. Hablaré con él, pero no le volveré a coger tanto el teléfono ni a hablarle tantas veces. Y no sé si lo creerá, pero la poesía no hace a una mentira cierta.

jueves, 3 de enero de 2013

El recuerdo de un tiempo más confuso aunque soñador.

Llevo unos días sintiéndome raro, aunque realmente visto lo visto, eso no es nada nuevo en mí. Llegué a la conclusión de que "La manera para superar lo que alguien te hizo es sacarlo de tu vida, haciendo que su ser deje de formar parte de ti", y con ello creo que he llegado, o por lo menos estoy empezando a llegar a un estado sin rencor hacia el señor inmaduro. Sigo pensando que es necio e ignorante, pero más que odio por ello le tengo compasión, me da pena.

Pero lo de sentirme raro no viene por eso. También estuve pensando en cómo aprovecharé mi vida hasta el día que la comparta con alguien y por fin pude ver y creérmelo sobre todo, que lo mejor es vivir sin buscar a esa persona, que si aparece por sorpresa será lo perfecto, sino podría confundirme y coger a la persona equivocada. Pensé en adoptar ese modo de vivir del vividor "follador" pero creo que de momento eso no es lo que busco. Además no estoy teniendo ganas de esas cosas...

Sobre esto también me preocupa que el chico que tal vez sea para mí no quiera empezar conociéndonos. Aunque pensándolo ahora, entonces él no sería para mí. Tampoco busco tirarme a todo el que vaya a conocer porque realmente yo no lo tengo una necesidad, no dejaré a mi lado humano para que gobierne mi lado despreocupado e instintivo.

Y a eso se le añade que no sé si hay un chico de CEJOS que me está tirando la caña, yo desde luego se la tiré un poco, pero después de pensar todo esto estoy en un plan asexual que no siento nada por nadie, ni cariño, ni atracción física ni nada, soy una piedra. Antes de mi primer novio, bueno y único, sentía por lo menos ese deseo, ese desenfreno "sexual", pero ahora ya ni eso... Sólo he llegado a sentir el verdadero golpeteo una vez, y temo no volver a hacerlo...

Pero supongo que volverá, así que debo tranquilizarme y seguir en plan de vivir el presente, porque me he imaginado, ¿y si el chico este no es al que busco y este está en al facultad? Pues sería una ruina. O a lo mejor a esa persona ya la conozco y aunque vaya a la universidad mi vida la pasaré con él, no se puede saber.

En conclusión lo que sí que puedo saber es que debo conocer a las personas, conocer a mucha gente y tan sólo esperar a que la ideal aparezca, tiene que aparecer, aunque sea impaciente y pueda tardar algunos años.

Pasando a otro tema he empezado a hacer un cuaderno, sacado de una idea de mi prima menor, en el que escribo frases a parte de canciones y filósofos, mías propias. Lo que intento con ella es hacer a parte de arte un refugio de mí mismo y cuando esté lleno, aunque tiene muchas páginas y sólo llevo 1 y media escrita, leerlo y que el recuerdo de un tiempo más confuso aunque soñador de nuevo pueda entrar en mí, y que la vuelta a la esclarecedora realidad, una espero mejor, pueda disfrutarla más aún.