sábado, 19 de enero de 2013

Camisas de once varas.

Tras recibir la carta de Ito estuve dos días reflexionando cómo darle un "no". Finalmente el día 7 quedé con él y para mi sorpresa se presentó con un regalo. No creáis que eso es bueno, porque no lo es. Aunque él dijese que el regalo no era para que influyese en mi respuesta, si lo aceptaba cada vez que lo mirase me acordaría de ese momento tan incómodo.Obviamente no se lo acepté como regalo y preferí comprárselo ayer. No quería que me hiciera ese regalo porque no estaba encima para aceptar un regalo suyo.

Lo que me dijo fue muy absurdo. En resumidas cuentas, no se explicaba cómo habiéndome enviado una carta no le daba una oportunidad; si a él le hubieran enviado una lo hubiera hecho. También me dijo que las relaciones nunca son cuentos de disney y que da igual si uno de la pareja no quiere a otro, que nunca se empieza queriendo de verdad y que el cuando empezó con el señor inmaduro no le quería, que salió con él porque fue majo esa noche. Alucinado me quedé. Y con todo esto me di cuenta de que no quiero tener nada con él nunca; es lo que yo llamaría alguien impropio para mí.

Por otro lado parece que el inicio de este año ha empezado con camisas de once varas. Estamos a sábado y mi madre no me habla desde el lunes. Todo fue por una pelea que tuvimos mientras me duchaba en la que me decía que no iba a privarse de entrar al baño mientras yo me duchaba solo porque yo quisiera mi intimidad. No me lo dijo así, son conclusiones. El caso es que entonces yo la dije que podría denunciarla por violación de este derecho, que puede ser un delito. Se lió a insultarme y a gritarme.

Días antes de esto, le leí mi texto para el concurso literario del instituto donde exponía mi lado más existencialista y pesimista. Exagerado, pero me sentía triste porque en esta casa le da igual a la gente que yo tenga sentimientos. Me dijo que le parecía egoísta que me sintiera triste.

A esto le añadimos una de las cosas que desencadeno mi ligera depresión. Mi padre gritando a la TV y yo diciéndole que por más que grite no le van a escuchar. Su respuesta fue que yo digo las cosas sin gritar y que tampoco nadie me escucha...

Y sinceramente me empiezo a encontrar mal así que me despido. Suerte a todxs.

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