miércoles, 1 de mayo de 2013

Guardarse los males para ahorrárselos a los demás.

Me acabo de levantar, pero he necesitado casi de inmediato ponerme a escribir.

He soñado que mi yaya se estaba muriendo y me decía que ella creía que no la quería, que no la había llamado suficiente y que pensaba que no sentía lo mismo que ella.

Yo voy a verla cada sábado, pero con los exámenes llevo dos semanas sin ir. Ahora he acabado y podré verla de nuevo. Todo esto me preocupa además porque la veo más decaída y apagada, aunque ella no lo diga, y me da mucho miedo decir o escribir lo que estoy pensando.

 Me he sentido tan mal al despertar que me he puesto a llorar y he tenido que disimular cuando mi padre ha pasado por delante de mí. No se lo puedo contar a nadie porque a mi familia les preocuparía y es lo que no quiero, sé que mi madre también se metería en un bucle. La última vez que se lo comenté le pasó eso. Y a mis amigos si no sale el tema lo veo fuera de lugar, además que no creo que mis cavilaciones en este sentido tengan sentido con ellos.

Ahora me iré a Madrid, que es 1 de mayo, e intentaré olvidarme de lo que he soñado. Pero estoy empezando a sentir lo de guardarse los males para ahorrárselos a los demás.