lunes, 15 de abril de 2013

Necesito cambiar de aires.

Estamos a final de curso casi y me he dado cuenta de que hay cosas que te pueden hacer polvo en segundo de bachillerato a parte del estudio. Parece ser que hay una crisis inmensa de irresponsabilidad y de miseria moral que arrasa las calles, y las aulas.

Estoy cansado de esta gente, en serio, estoy fuera de juego, necesito una renovación de personas en mi vida. Si no es por los que me caen mal es por los que me caen bien pero que con sus problemas de los cuáles no estoy muy seguro de estar de acuerdo me aplastan. Tener que levantarme día y día a verles las caras a mis compañeros que lo que más conocen del mundo es que el del "Oppa gagnam style" es surcoreano.

Personas que son hasta malas, que en cuanto deje el instituto no quiero volver a ver y espero y pido a la vida que no me los pongan en el mismo camino. Gente falsísima que no sabe distinguir entre cortesía de compañero y falsedad. Por ejemplo, no mirar mal y tratar con respeto en el instituto es cortesía de compañero; mirarte mal, tirarte las cosas al suelo cuando estás con la profesora y luego ir y dar un abrazo sonriendo es de falsedad, una repugnante falsedad.

Creo que también estoy perdiendo mi componente humano. Creo que antes me definía como alguien comprensivo pero estoy últimamente tan ocupado de esta gente que florece mi mal humor y mi vanidad. Trato de no ser así, porque sé que no soy así. He tratado de darle a todo el mundo mi compañerismo tanto dentro como fuera de la clase pero no puedo más, a veces pienso que abusan de eso otros.

En conclusión, necesito cambiar de aires, conocer gente nueva aunque sea tan introvertido para hacerlo. Empezar de nuevo con otras personas y librarme del lastre del que llevo cargando este año y que acaba conmigo. Me cabrean tanto, me parecen tan indignantes que el único trato que quiero con muchos es de desconocido.