jueves, 23 de enero de 2014

Balsa de Medusa, daños colaterales.

Son casi las 23h pero necesito ponerme a escribir porque tengo dentro de mí una profunda maraña de angustia y en parte miedo.

Viendo una serie en la que se trata el tema de la patria y los ideales ante todo he entrado en un debate sobre esto mismo. ¿La capacidad de no incluir en tus ideales la seguridad de tu familia, tener la patria por encima de tus hijos hasta el punto en el que puedas llegar a sacrificarlos por tus valores, está realmente dentro de un concepto de humanidad?

Todos deberíamos luchar por la justicia, por la libertad, por la solidaridad, contra la represión contra... ¿pero acaso se puede justificar siempre el medio por la causa? Nos hemos educado en una sociedad egoísta, sí, ¿pero no hay tanta gente que actuando en nombre de la justicia sólo lleva a cabo lo que personalmente quiere hacer y no porque de verdad deba? Conozco un caso de estos, un chico que creo que sería capaz de cualquier cosa por su causa, pero más que por deber, porque está adoctrinado, por el hecho de ser lo que el piensa. No sé si me explico. No por lo que hace sino porque eso es lo que uno mismo piensa, y como tal debe llevarse a la práctica.

La verdad es que puede que también me dé bastante miedo la violencia, la frivolidad, la apatía. Es que todo es una increíble paradoja que parece más bien una contradicción: Hacer lo que haga falta, incluyendo quitar vidas inocentes con tal de hacer justicia y dar esta a más gente.

Pensando que salen beneficiadas más personas que las que salen perjudicadas parece que está bien, y puede que lo esté. Pero el simple hecho de ser tan frío por algo que crees me produce terror. Porque si mañana crees en algo totalmente contrario, ¿qué harás? ¿Te llevarás por delante a quien sea por tu fin? Si eres capaz de sacrificar a tu familia, esa familia que por la sociedad queramos o no tiene con nosotros un vínculo casi sagrado si no se ha deteriorado, por qué no lo vas a sacrificar si de verdad te entra la maldad?

Mi madre siempre me ha dicho que el amor por un hijo es inmensamente infinito. Si yo no los tengo y puedo percibir esa inmensidad, ¿qué sentiría si los tuviese? Y sintiendo esa inmensidad, ¿de dónde se sacan las fuerzas para sacrificarlo todo? ¿De verdad alguien puede tener una inmensidad mayor y tener humanidad?

Me doy cuenta de que estoy siendo muy moralista y me está aborreciendo. Pero dentro de la justicia que yo entiendo no está la libertad de elegir qué inocente debe morir para salvar al resto.

Balsa de Medusa, daños colaterales.