viernes, 22 de agosto de 2014

Nervioso, triste y asustado.

Estoy nervioso, triste y posiblemente asustado. Tras la larga trayectoria de hace ya un año con la agobiante convivencia de Ito todo ha explotado.

Pasado mañana hay una convivencia de toda la asociación. Ito ya sabe por otra persona lo radical que es la situación y ha acabado llorando. Me da miedo hablar con él a solas porque no quiero verle mal, pero no es mi culpa de que me sienta agobiado. Es triste, muy triste, y me da pena, pero es que mi cuerpo me dice que no, que no me siento a gusto, se ha intentado y todo a llevado al no. Como decíamos, no tiene una inteligencia emocional madura, y a mí esto me va a costar, pero sé que es lo mejor para mi vida; no puedo estar preocupándome y escondiendo que me agobio porque estoy desviviendo para que él en una pequeña parte viva lo que tengamos.

Ha soltado con la otra persona "es que somos amigos", pero entre que él tiene una concepción de amigo muy distinta y que no sabe respetar el espacio... No me canso de decirlo, me asusta la situación, y me tengo que enfrentar solo a ella, aunque después tenga a gente.

Ésto demuestra lo complicada que es la situación y cómo he vivido. Sabemos que se siente solo, pero qué puedo hacer yo si parte de mí se niega a ser su íntimo como quiere. He de admitir mi culpa y afrontar que no tenía que haber sido tan afable y no haberme apoyado en él cuando lo dejé con el otro, ¿pero cómo iba a saber qu pasaría ésto? Creo que se podría sospechar, pero no hay marcha atrás, como diría Nietzsche hay que derrumbarlo todo y crear lo que quiero, porque aunque suene duro la cosa tiene que ir de lo que quiera el que menos desea aportar, y claramente ese soy yo.

Me da miedo, soy un cobarde que va a afrontar de manera inevitable lo que quiere. Para hacerse una idea de su estado emocional, diré que creo que dentro de 2 días va a intentar negociar una amistad. ¿No se da cuenta que eso no se negocia? Que cuando algo no funciona porque alguien no quiere uno no se arrastra, porque si luego cediese eso sería falso.

Pero también sé que ésto ya me va a marcar y no lo voy a poder olvidar, y más aún si terminamos mal, osea como debe ser, porque cuando le diga, o como tengo manía de hacer, le insinue la relación que quiero tener, que es casi de mínimos no puede acabar bien.

En fin, la que se ha armado. También me da miedo a que haga alguna locura porque un chico no quería que le llamase para contarle cosas diarias o semanales. Por suerte ha pillado una época más o menos buena, con un mes para mejorar el estado de ánimo antes de empezar las clases y luego un año entero para reforzarse.